Los rasgos de la escritura reflejan de manera inconsciente nuestra
personalidad y nuestros procesos mentales. De ahí que aprender a interpretarla
sea una herramienta de autoconocimiento verdaderamente útil. Todos los comportamientos se reflejan en la
escritura, en sus características grafognómicas (anatomía de la escritura),
algo que siempre tiene sus correspondencias a nivel psicológico. Una de las
cosas que nos dice el tamaño de la escritura es el grado en que nos valoramos,
en que nos tenemos en consideración
La escritura MUY GRANDE (4.5mm) nos habla de una persona que
tiene un excesivo concepto de sí misma y corre el peligro de caer en el
orgullo, en la vanidad. Es muy corriente en personas que tratan de compensar
una inseguridad o complejo de inferioridad dando una imagen totalmente opuesta.
A veces detrás de un vanidoso se esconde un gran tímido, una persona que sufre
tanto por su inseguridad que trata de evitar que se le note.
La escritura GRANDE
(3,5 y 4,5mm) es compatible con personas con un alto concepto de sí mismas
y tendencia al contacto con los demás, extrovertidas y que tienden a enfocar
los temas globalmente pero con buena organización en su trabajo.
La escritura NORMAL
(2,5 y 3,5mm) es la típica de las personas que se ven como son, que se
valoran en su justa medida siendo conscientes de sus posibilidades, de sus
virtudes y defectos (que todos tenemos de ambos). Son personas con un nivel
equilibrado de extroversión-introversión y que se acercan a los temas que les
rodean teniendo en cuenta tanto su globalidad como los detalles.
La escritura PEQUEÑA
(1,5 y 2,5mm)es típica de personas que necesitan mayor
autoconfianza, que no tienen un gran concepto de sí mismas. Se trata de
personas introvertidas, poco dadas al trato social -en sentido amplio-,
detallistas, minuciosas, calladas, observadoras, de gran prudencia y de pocas
palabras (pero certeras normalmente).
La escritura MUY
PEQUEÑA (debajo de 1,5 mm) refleja un caso extremo de introversión. Se
trata generalmente de personas en extremo observadoras y detallistas, muy
minuciosas, incluso demasiado.
Otra letra que nos
permite saber cómo estamos en nuestra autoestima y la relación con el entorno y
la familia es la letra m.
La letra M
mayúscula nos viene a hablar de autoestima, del concepto social y familiar de
la persona. 1er monte (arcada): Predominio de lo individual por encima de los
otros dos roles. Corresponde a un Yo individual sobre todo lo demás. El 2do
monte (arcada): Predominio del rol familiar por sobre lo individual y social /
profesional. Por lo tanto buscará jugar un papel importante en este dominio de
su vida y el 3er monte (arcada). Predominio del rol social/ profesional por
encima del rol familiar y lo individual.
Las tres arcadas de
igual dimensión simbolizan que hay un equilibrio de la autoestima. Por lo
tanto, existe en el sujeto una buena correspondencia entre su yo individual, su
rol familiar y su rol social.
Cuando la letra
tiene solo dos arcadas la primera representa el yo individual y la segunda el
yo familiar/ social conjuntamente.
Cuando escribimos
la letra M más ancha que alta, se interpreta que estamos hablando de la
necesidad de autoafirmación, de construir una base muy sólida, mediante hechos
bien concretos. Sin embargo al escribirla más alta que ancha, nuestra escritura
puede hablarnos de compensación de un sentimiento de inferioridad, o la
necesidad de hacerse notar.
Sentimientos de
inferioridad, sumisión, inhibición en una M cuyo primer monte sea inferior al
resto. Sentimientos de superioridad, autoridad, altitud de miras, en una M cuyo
monte primero sea superior a los demás
Si el primer arco
es más alto. Orgullo, arrogancia, preocupación por la importancia personal
íntima y profunda, el sujeto se considera superior a los demás. El segundo arco
más grande. Orgullo por la familia, puede que pertenezca a un clan familiar muy
distinguido o fuerte, se siente orgulloso de su familia, el núcleo familiar lo
es todo. El tercer monte más destacado. Desea ser una persona halagada por los
demás, quiere sobresalir, destacarse de la masa
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