domingo, 24 de febrero de 2013

¿PUEDO HACERLO DURANTE EL EMBARAZO?

La noticia del embarazo transforma la vida no solo de la mujer sino también del varón y del comportamiento sexual que tenían hasta ese momento, provocando según cada pareja situaciones muy diferentes entre sí: que van desde la abstinencia al mayor deseo sexual. Las parejas pueden cambiar la calidad de sus relaciones sexuales hacia el fortalecimiento de las caricias y las relaciones sexuales tiernas. Y hasta evitar tener relaciones sexuales por temor a ocasionarle daño al bebé y no por falta de deseo. El poder tener o no relaciones sexuales durante el embarazo es una pregunta frecuente tanto en el consultorio, como en charlas con amigos y amigas al momento de enterarse sobre la gestación. Debido a los constructos e imaginarios colectivos, inmediatamente para hombres y mujeres, toda la información que hayan recibido de manera directa o indirecta saldrá a flote. Esto porque la familia como matriz y crisol donde las personas aprendemos las reglas que la organizan y estructuran la forma en que pensamos o percibimos los eventos de la sexualidad, por lo tanto condicionaran nuestros sentimientos o actitudes con respecto a ellos y en este caso respecto al embarazo y las relaciones sexuales durante esta etapa de la vida. El embarazo es una etapa de la vida en la que se producen transformaciones físicas y psicológicas importantes cuya finalidad es procurar las condiciones óptimas para el desarrollo y nacimiento de un nuevo ser. Pero durante la gestación, y en la pareja humana, este fin no es incompatible con otras funciones de la sexualidad, como son los de ser fuente de placer y medio para reforzar la unión y la comunicación en la pareja. A menos que el médico les indique lo contrario, tener relaciones sexuales durante el embarazo está bien en la mayoría de las parejas. El feto, no tiene idea de lo que ustedes están haciendo porque está bien protegido por el líquido amniótico y la placenta, por el abdomen de la madre, así que no se lo puede lastimar. Siempre y cuando las relaciones sexuales que tengan, no sean hiper acrobáticos y/o violentas. Tras mantener relaciones existe una sensación gratificante, que es percibida por el feto y lo que crea en él una mayor confianza. Sumado a que los futuros padre/madre no deben olvidar que además de vivir el proceso de gestación y que ambos desempeñaran nuevos roles con el nacimiento del bebé, aún siguen siendo dos seres sexuales que se desean y siguen siendo amantes. También habrá mujeres que no estén muy interesadas en las relaciones sexuales durante el embarazo, por el agotamiento; las hormonas descontroladas, los pechos doloridos, el cambio físico, pueden ser algunos de los factores que supriman el interés sexual, lo cual debe ser entendido y comprendido por la pareja. Debe ser franco consigo mismo y con su pareja y decirle cómo se siente. Si usted no comunica la frustración, puede que otros aspectos de su relación sean afectadas y no sólo sea esta etapa sino que se puede prolongar al todo y a lo largo de la relación. Si ambos reconocen como se siente al respecto de manera conjunta podrán encontrar una solución que les convenga a ambos, en la cual la relación no sea lastimada sino más bien fortalecida y se pueda mantener en el tiempo en la crianza de los/as hijos/as. En cuanto a la postura más aconsejable es la que no produzca presión abdominal en la mujer gestante. Es habitual que conforme el tamaño del abdomen aumenta, se haga necesario adoptar otras posturas que resulten más cómodas y gratificantes para ambos. Una posición aconsejable es la lateral, ya que permite controlar mejor la profundidad de la penetración. Otras posturas que se pueden intentar son ella sentada encima de él o hacer la penetración por detrás. Se debe hacer lo que resulte más cómodo. Y en ese sentido, la comunicación afectiva de las necesidades sexuales es fundamental: se pueden investigar y explotar otras formas de expresión sexual si el coito resulta molesto o incómodo.

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