domingo, 24 de febrero de 2013

CARICIAS, UNA ACCIÓN MÁS DE COMPARTIR LA INTIMIDAD

No es casual escuchar a mujeres, “mi esposo solo quiere tener relaciones sexuales, si lo beso o acaricia él ya no más quiere ir a la cama”… “cuando comenzamos a tener relaciones con mi pareja fue porque yo lo bese y lo acariciaba y me dijo que ya lo había calentado y que teníamos que seguir” por su lado los hombres dicen “cuando una chica también se emociona y uno no quiere seguir hablan mal de ti o comenta que no eres muy hombre”, “si me besa o me acaricia es que quiere”… Con estos comentarios se puede pensar que hombres y mujeres no concebimos o entendemos a las caricias como principio y final de un encuentro sexual sino las vemos como un preámbulo para el acto coital. Terrible error en pareja. Para muchas personas la actividad sexual no coital es un mero preparativo o preliminar para el coito, por lo que le dan menor o ninguna importancia a estas, lo cual es un error, ya que los encuentros sexuales de la pareja pueden ya tener un único camino dirigido al coito, dejando de lado los cientos de camino que tiene la sexualidad humana para generar placer en las personas: la actividad sexual es y puede ser muy variada, pudiendo conseguir placer y una gratificante vida sexual con actividades coitales como no coitales. Tocar y ser tocado suele ser determinante en la actividad sexual, siendo así mismo importante la forma de realizarlo (suave, brusco, rápido, pausado), o la parte del cuerpo utilizada para acariciar y qué se acaricia. Acariciar no se limita a tocar con las manos. Un beso, un abrazo, masajear o pellizcar con las manos, tocar y lamer con la lengua, los labios, la cara o rozar con otras partes del cuerpo son otros tipos de caricias frecuentes. Aunque hay zonas especialmente sensibles a las caricias, todo el cuerpo, en realidad, es un órgano sensorial y puede y debe ser acariciado. Se aconseja comenzar con una estimulación general de éste en forma de masaje o de caricias pausadas e intermitentes, lo que facilita, además de la comunicación y toma de conciencia del propio cuerpo y el de la pareja, iniciar la excitación y la puesta a punto para estimulaciones más intensas. Las caricias que resulten más adecuadas dependen básicamente de cada pareja. Por eso es determinante una adecuada comunicación, de forma que se expliciten los aspectos que resultan más atractivos de este tipo de actividades táctiles. Recordemos que el primer sexo oral en pareja es la comunicación. Acariciar nuestra piel es el comienzo a gozar lo rico que es acariciarse, el sentir a la otra persona en tu piel y darse afecto, el reconocer que la otra persona es igual que tu pero que al sentir su piel junto a la tuyo reconocer que son diferentes, por lo que cada uno y cada una tiene sus propias formas y deseos de ser tocada o tocado, por lo que aprender sobre el otro y sobre la otra es parte de mostrar el amor que tenemos hacia nuestra pareja y que estas caricias no son un simple toqueteo como preámbulo al coito. Cuando te acaricias con tu pareja, no necesariamente vas a acabar en un coito, ya que como pareja no solo van teniendo coitos, sino también comparen paseos, charlas, quererse con las miradas y por supuesto con caricias, tocarse, quererse con las manos y la piel. Muchas veces las relaciones sexuales se quedan en las caricias y el disfrute ha sido también pleno. El deseo, las ganas de tocarse con tu pareja son sentimientos preciosos, ricos, excitantes, limpios por lo que hay que disfrutarlos. Así como es importante que sepas donde quieres llegar, es igual importante saber hasta dónde la otra persona quiere llegar, es necesario que pienses que si tu pareja acepta tus besos o te besa y se acarician mutuamente es que ya quiere acostarse contigo. No se puede nunca presuponer que lo que tu deseas, tu pareja también lo desea, por eso siempre tienes que preguntar, escuchar y respetar lo que responda

No hay comentarios: