domingo, 3 de febrero de 2013

NI BIEN EMPEZAMOS Y YA TERMINO

Desechemos la idea de que sólo la ciencia puede indicar el camino. Lo que importa son las maneras que encontremos para vivir juntos. No importa tanto lo que uno hace en lo sexual, sino el contexto en lo que lo hace. La sexualidad adopta muchas formas. Debemos aprender a vivir con todas ellas, con una condición fundamental: que lo que se haga no dañe a otros.

Desde la primera vez fue así… y ahora me entero que no es normal que podría aguantar más… siempre fui así… y me daba vergüenza buscar ayuda… algunas veces quise pegar a mi mujer cuando veía su cara de “eso fue todo”, pero sabía que yo era el responsable… qué puedo hacer intente con productos, recetas, sprays pero no siempre funcionan… Seguro que nadie quera estar conmigo porque termino rápido.

Estos son algunos de los comentarios escuchados en consultorio de hombres y algunas mujeres preocupadas porque su pareja tiene eyaculación precoz. Lo cual causa frustración, decepción, miedo o rechazo y un pensar en la pareja que él eyaculó y disfruto la relación totalmente, lo cual es falso, ya que esto va afectando la autoestima del hombre, porque considera que menoscaba su virilidad el terminar tan pronto y sentir que no satisface a su pareja.

La eyaculación precoz consiste en que el hombre eyacula (expulsa semen) con excesiva rapidez durante su relación sexual coital antes de lo deseado, incluso antes de la penetración, o bien por eyacular inmediatamente después de la penetración, con o sin realización de algunos movimientos. Lo cual hace que la pareja no disfrute la relación plenamente y se vea cortada y suspendida al pensar y considerar que cuando el hombre eyacula la relación sexual se termino. Recordemos que en toda relación sexual coital se pasa por fases: la primera la excitación donde se comienza a percibir y hacer insinuaciones que promuevan la relación sexual, segunda de meseta, de “calentamiento” y es donde falla el control de los eyaculadores precoces, que no la pueden extender, llegando a la tercera fase de orgasmo rápidamente y finalmente la resolución.

Es muy frecuente que la eyaculación precoz sea una conducta aprendida por el hombre al llevar a cabo interacciones sexuales (coitales o masturbatorias) en condiciones en las que se veía urgido a eyacular con rapidez (disponía de poco tiempo, estaba en un lugar en el que podía ser sorprendido, o se le exigía rapidez en contactos con trabajadoras sexuales comerciales) También es frecuente que la realización de actividades sexuales en situaciones de estrés o ansiedad hayan facilitado la aparición de la eyaculación precoz (no en vano el reflejo eyaculatorio depende de la activación Algunas de las pautas que se dan para trabajar esto es asistir a un especialista en pareja o individualmente y a partir de eso realizar diversos ejercicios como la contracción de los músculos pelvianos; ejercicios de respiración, concentrarse en las sensaciones y lo que se está haciendo en el momento.

Es falso el suponer que si piensas en otras cosas al momento de la relación sexual, se retardará la misma, por lo contrario durante el coito el hombre debe concentrarse en las sensaciones que están viviendo. Posición coital, donde la más favorable es en la que el hombre se encuentra debajo de su pareja. Otro elemento importante es la importancia de los juegos previos, ya que la presencia de estos otorgará mayor seguridad y confianza a la hora de concluir con el momento clave en el coito.

De la misma manera mantener una frecuencia sexual para lograr el control de la eyaculación, la misma que debe ser acompañada del uso de un condón (preservativo), ya que ayuda a la disminución de la hipersensibilidad del glande del pene, facilitando el control; la masturbación, solo y con la pareja controlando la eyaculación. Con todas estas técnicas y ejercicios, lo importante es disfrutar, desarrollar confianza consigo mismo y tomar el sexo con la naturaleza que es, sin restricciones, y que se puede disfrutar con la pareja

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