domingo, 3 de febrero de 2013

¿Cuántas veces es lo normal?

La búsqueda de una verdad única sobre la sexualidad y el cuerpo ha llevado, durante demasiado tiempo, a una negación de la diversidad humana y de las opciones, ha limitado la autonomía individual, y ha convertido los placeres del cuerpo en un secreto indecente y en una comparación permanente. Ya no lo hacemos como antes… Debe tener otra… por eso no quiere conmigo… Hace más de un mes que nada por más de que se lo propongo… Me dice me duele mi cabeza… y hasta eso no más tu quieres

La frecuencia en que las parejas tienen sus relaciones sexuales varían de acuerdo a la edad, la intensidad y el momento que se viven van a tener cierta frecuencia y regularidad, sin embargo existen muchas parejas que miden su grado de amor, compromiso en base a esta regularidad, es así que si varía está un poco su relación se ve afectada considerablemente. Centrando de esta manera en su actividad sexual coital su relación de pareja, dejando como en un segundo o tercer plano lo afectivo. Puesto que siguen esperando esas relaciones sexuales espontáneas, fogosas como las primeras veces, las cuales quizás pudieron ser validas en la adolescencia, la juventud temprana y/o el primer tiempo de convivencia en pareja.

Esta necesidad de saber cuánto es lo normal, tiene mucha relación con los comentarios (reales o un poco aumentados) de amigos y amigas que hablan de una cierta regularidad, que quizás no va con la que otra pareja tiene, por lo que no es adecuado ir comparándose con las demás personas. Si para una pareja es bueno una vez por semana y en ella se siente, feliz, plena, satisfecha y que incrementa el nivel de apego con su pareja, perfecto, no tiene que afectar en la persona en que otras personas lo puedan hacer más o menos veces. No se puede hablar de una frecuencia sexual coital normal, porque no existe dicha normalidad más que en el imaginario colectivo, no es real.

Lo real, evidente y objetivo son las diferentes necesidades en pareja que existen, cada pareja es un mundo y cada quién tiene su ritmo. Cualquier tipo de comparación genera, angustia, ansiedad en la persona, conspirando contra la felicidad, ya que se trata de adecuar a proyecciones que no tienen que ver con la particularidad de la pareja, por lo que se debe dejar las otras relaciones como referente. Los requerimientos, frecuencia y forma de las relaciones sexuales coitales son diferentes en hombres y en mujeres, lo cual es más por factores socio culturales que por biológicas o innatas. Por lo que es otro de los factores que puede ver alterada la frecuencia sexual de la pareja.

De la misma manera el estilo de vida de la pareja, si se genera más estrés, cansancio, los hijos, las responsabilidades de la casa, el factor económico y otros aspectos y situaciones pueden afectar en la frecuencia sexual de la pareja. Al momento en que se pueda genera algún problema o conflicto por la frecuencia sexual, es decir que una de las dos personas desea tener relaciones más o menos frecuentemente que la otra, la relación de pareja puede verse afectada, es por eso la importancia de trabajar la comunicación abierta y honesta en la pareja, a partir de la cual se pueden identificar los motivos por los que pudiera existir el cambio en el deseo, por lo cual igual en pareja se puedan generar las alternativas de satisfacción que cada una de las personas de la pareja tiene, valorando y profundizando la afectividad de la pareja y no solamente centrarse en el aspecto sexual como eje de la relación. De la importancia de disfrutar en pareja a través de relaciones sexuales coitales, llenas de cariño, compromiso, respeto, honestidad, dejando de lado cualquier elemento que pueda dañar la vida amorosa en pareja.

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