domingo, 5 de mayo de 2013

INFIDELIDAD


Hablar sobre la infidelidad en general o de la persona infiel, ha sido y es motivo de programas de televisión, de radio, telenovelas, programas especializados y obviamente que los no tan especializados también. Y es así que algunas personas se crean absolutamente ajenas a la infidelidad o piensen que nunca las va a afectar, lo cierto que es una situación que todas las personas, podemos vivirla o la hemos vivido en algún momento de nuestras vidas, es más quizás en este mismo momento alguna persona está viviéndola, ya sea de amante, de la persona infiel o persona engañada.

Algunos de los comentarios que escuche al respecto son: “…Nunca he sido infiel, porque en mi época el compromiso era estar juntos en las buenas y en las malas… El que dice que nunca ha sido infiel miente… En algunas veces fui infiel y en otras no… Alguna vez fui infiel peo no porque buscaba serlo, sino porque se me dio la oportunidad de serlo… nunca fui infiel con mi pareja actual… nunca perdonaría una infidelidad… imposible perdonar nunca…si me engaña una vez si, dos o tres nunca…”


En la conceptualización de la conducta infiel intervienen infinidad de variables. Cada persona la percibe y define de una manera particular. La experiencia de haberla  padecido en carne propia no es lo mismo que verla desde afuera. Una definición que nos ayuda a comprender la infidelidad podría ser la de ruptura de un contrato, acuerdo o pacto implícito o explícito, en el cual uno de los integrantes de la pareja, tiene alguna relación que puede incluir afecto y/o erotismo con otra persona, de la cual se suponía exclusividad, es algo que sucede en la pareja que no se hay convenido, acordado o esperado que sucediera mientras estamos en una relación con otra persona. Por eso que la infidelidad la podemos enmarcar en el tipo de compromiso que se estableció al momento de entablar una relación de pareja, siendo en la mayoría de los casos la exclusividad afectiva/sexual para siempre, monogamia serial.

Algo que lastima y deteriora la relación de pareja de manera definitiva es la confianza, que es uno de los pilares que existe en cualquier relación; esta permite que nuestras interacciones se vuelvan seguras, previsibles, permite sentirnos cómodos, tranquilos para crecer y desarrollarnos. La confianza es la garantía de constancia, confiabilidad y seguridad en los vínculos, nos permite saber que no vamos a ser defraudados ni engañados y que no nos van a lastimar. Cuando se descubre una infidelidad, habitualmente la confianza que teníamos en esa persona desaparece o queda lesionada y comenzamos a dudar de todo. Y la relación se deteriora tanto que llega al rompimiento de la misma.

En el tema de la infidelidad hombres y mujeres asumen roles y acciones que una sociedad machista como la que vivimos propone para ambos. Por ejemplo los hombres utilizan su ser biológico para justificar su infidelidad y que es por “naturaleza” convirtiéndose en una cómoda invención, lo que justifica acciones inadecuadas y poco aceptables en relaciones de pareja. La respuesta de la sociedad machista, a esta infidelidad hacia las mujeres es que deben perdonarlo, porque es algo que “él no puede controlar” porque es hombre, ya que al final eso fue solo una aventura, asumiéndola como algo exclusivamente sexual, por lo que se la perdona. Y así se van considerando “normales” y “perdonables” las infidelidades.

Para que los hombres sean infieles no necesariamente debe existir mala relación con su pareja infiel, estar mal, no necesitan más que haya una mujer dispuesta a una relación sexual. Algunas mujeres requieren un grado de insatisfacción al interior de su relación actual para vincularse con otra persona sexualmente.

En la infidelidad se pone en evidencia la poca fidelidad que tenemos las personas hacia sí mismo/a más que hacía otra persona. Ya que consideramos la fidelidad hacia otra persona, y dejamos de lado el acuerdo, pacto que tenemos con nosotros/as mismos/as. Si ser fiel a uno/a mismo/a implica entre otras cosas mantenerse fieles en las relaciones de pareja, en esos casos las socas suelen resultar más fáciles. Lo esperable y deseable es que exista una plena coincidencia entre ser fieles a nosotros mismos y ser fieles a nuestra pareja

No hay comentarios: