Es inevitable reconocer que las
sensaciones que nos permiten sentir nuestros sentidos (la vista, el olfato, el
gusto, el tacto y el olfato) se convierten en verdaderos afrodisíacos que nos
generan mayor placer en nuestras relaciones sexuales. Cada uno de los cinco
sentidos tiene su parte en la estimulación sexual. El tacto nos permite sentir
la textura y calor del otro cuerpo, a través del gusto, podemos probar y
saborear la piel, con el olfato percibir los olores, aromas y el oído escuchar
palabras, jadeos y la vista que nos permite estimularnos más por ver a la
persona con la cual estamos en cercanía sexual. Es importante considerar que varones
y mujeres funcionamos de distinta manera al momento de las relaciones sexuales
y que ambos complementamos los sentidos tanto en la vida diaria como en nuestra
sexualidad.
El sentido del tacto. La piel es
la zona más extensa del cuerpo, que puede ser estimulada, por masajes y de
diversas maneras, caricias suaves con las yemas de los dedos, fuertes o con
diferentes texturas, o temperaturas, caricias con los pies, con los senos, con
el pene y los testículos, o con cualquier parte de tu cuerpo. Recuerda que el
tacto te permite conocer más a tu pareja, sentir su temperatura, su textura e
identificar sus zonas erógenas
El sentido del oído, escuchar
música, ruidos, palabras susurros, sonidos que se emiten a lo largo de la
relación sexual de la pareja (gemidos, suspiros, respiración) la mejor música
es el roce, es lo que cada uno diga o el silencio, que permita a la pareja
estimularse más. Los susurros de palabras picantes y/o de amor, dependiendo de
lo que les guste a la pareja
El sentido del olfato, es uno de
los más importantes y vinculado a la sexualidad, permite captar los olores del
aíre, por lo que podemos identificar el olor de nuestra pareja. Usar cremas y
aceites, comida que emanen mucho olor, velas y todo lo que pueda impulsar al
sentido del olfato. Siempre priorizando que el olor de nuestro cuerpo puede
resultar excitante a la pareja, por lo que no bueno cubrirlo de muchos perfumes
o con una higiene excesiva. El desafío es identificar donde huele mejor tu
pareja.
El sentido del gusto, el beso es
la primera forma de conocer el sabor de tu pareja y es un elemento importante
de atracción erótica, sin descuidar la higiene de la boca y que el mal aliente
arruine lo que han conseguido los demás sentidos. Juega con tu lengua en todas
las partes del cuerpo de tu pareja, a qué sabe tu pareja a qué saben sus
labios, puedes usar, miel, chocolate, o cualquier otro apoyo que estimule el
sentido del gusto. Recuerda que la invitación a comer y ritual de la comida,
son parte del proceso de la seducción.
El sentido de la vista, siendo el
sentido que nos pone en contacto con el entorno y con la pareja, importante
sentido desde el momento de la seducción, durante la relación sexual y al
concluir la misma, lo cual va más allá de ver desnudo el cuerpo de la pareja,
sino que también se perciben las miradas, la forma de sacarse la ropa, de mover
el cuerpo para estimular a la pareja.
Puedes preferir tener los ojos abiertos, la luz prendida, amos disfrutan
de la totalidad de sus cuerpos.
Se trata de integrar a todos los
sentidos, porque estamos en una cultura porque ha sido y es muy coitocentrica
(contactos genitales) y es el momento de pensar que el sexo es una sinfonía de
los sentidos y le sumamos la creatividad, podremos disfrutar más de nuestra
vida sexual
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