El no conocer cómo
es el proceso erótico de hombres y mujeres, nos genera dificultades al momento
de las relaciones sexuales, porque uno espera algo de la otra y viceversa, y no
se cumplen esas expectativas o se realizan prácticas de las que se han hablado
o escuchado, pero que no se conocen ni en teoría, sin embargo se hace gala de
conocerla en la práctica. Es así que las personas interpretan de forma muy
diferente sus respuestas sexuales, incluso llevan a cabo comportamiento que
pueden ser muy distintos. Algunas personas jadean, gritan, hacen diferentes
ruidos, así como los que no emiten ningún sonido, algunas personas realizan
movimientos corporales otras apenas y lo hacen. A pesar de estas diferencias,
la forma en que responde el organismo ante la excitación sexual y el orgasmo en
esencia es idéntico, esto no quiere decir que sea mecánico, sino que los
órganos que intervienen son los mismos y su actuación es similar, por lo que el
conocerlos en pareja, podría ser un elemento para fortalecer la relación.
…a veces me siento
un poco confundido porque no sé si mi esposa siente placer conmigo o no, ya que
no hablamos de este punto, solo lo hacemos y listo… Mi esposo es torpe se va al
grano directo, me besa, acaricia un rato y ya no más quiere tener una
penetración y listo y a veces me lastima y no sé cómo hablar con él para que
esto mejore… Estas son algunos de los comentarios que se escucha en el
consultorio por hombres y mujeres que desconocen todo el proceso erótico que
tenemos los hombres, por lo que es vital para el fortalecimiento de las
relaciones de pareja.
Según Masters y
Jhonson dos sexólogos norteamericanos, la respuesta sexual humana, tanto del
hombre como de la mujer; parece seguir un ciclo de cuatro fases: Excitación,
meseta, orgasmo y resolución, pero para que empiece o inicie la fase de
excitación es necesario que haya un interés un deseo sexual, es decir, que
sientas motivación por alguna situación, lugar en el cuál puedas conocer o
estar con una persona que emocionalmente te atrae y te genera interés y deseo
sexual, pueden existir momentos de agitación, preparación para algo que te
puede gustar.
La fase de
excitación en el hombre se destaca por la erección del pene que suele aparecer
poco después del comienzo de la estimulación, existe un ensanchamiento
progresivo de la apertura de la uretra y una elevación y agrandamiento de los
testículos y una erección de los pezones.
En la fase de
meseta existe un incremento de circunferencia del pene y en especial del
glande, que suele adoptar un color más oscuro debido a la acumulación de sangre
retenida, se da la aparición del rubor sexual, incremento de la tensión
muscular y de la presión sanguínea. Hay un incremento del tamaño de los
testículos a la vez que continúan elevándose de forma continua.
La fase del orgasmo
es la más breve que va desde que el semen es empujado desde los testículos al
bulbo de la uretra y la eyaculación – expulsión gracias a las contracciones de
la uretra y del pene. En este punto es importante considerar que el orgasmo y
la eyaculación no son la misma cosa, es cierto que en la mayoría de los hombres
son procesos que se producen de forma simultánea, pero cada uno de ellos está
provocado por aspectos diferentes. La eyaculación hace referencia a la
expulsión de semen, lo que a veces puede acontecer sin que exista orgasmo,
mientras que el orgasmo hace referencia a las contracciones musculares de la
región pélvica y otras partes del cuerpo que liberan la tensión sexual
acumulada, así como las sensaciones de placer que acompañan a este suceso, lo
que así mismo en algunos casos puede producirse sin eyaculación.
Fase de resolución,
tras el orgasmo el hombre desemboca en un período refractorio, durante el cual
es fisiológicamente imposible tener otro orgasmo o eyacular de nuevo, la
erección disminuye rápidamente, se invierten las modificaciones fisiológicas
sucedidas.
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