Ya un anterior
artículo hablamos del proceso erótico de los hombres a través de las cinco
fases (deseo, excitación, meseta, orgasmo y resolución), ya que como estamos
tan mal informados/as de sexo en nuestra sociedad y la información que
recibimos es bastante comercial (revistas y películas pornográficas) no
aprendemos a conocer el proceso erótico de las mujeres ni de los hombres y
actuamos de manera mecánica e instintiva, existiendo oportunidades para
aprender y disfrutar en pareja la sexualidad con mayor placer y satisfacción.
El placer y la
sexualidad son una parte de la vida y del desarrollo de las mujeres que en esta
sociedad son las menos informadas, a la que menos se promueve el conocimiento
de su cuerpo y sensaciones, “aprendiendo” de su cuerpo junto a su pareja para
él cual generalmente debe estar a su disposición. Esta desinformación no quiere
decir que las mujeres sientan menos deseos de conocer que los varones, o que
las mujeres tengan menos curiosidad que ellos, respecto al sexo y al placer,
pero es que el sistema patriarcal ha promovido esto como un mecanismo de
control de la sexualidad de las mujeres, dándoles una falsa seguridad que a las
mujeres les van a enseñar o aprender con ellos, ya que “él cree saber lo que le
gusta a las mujeres”. Nada más lejos de la realidad y eso lo vemos en cientos
de mujeres que hablan entre sí, llaman a programas de radio o Tv y vienen al
consultorio en busca de ayuda para mejorar sus relaciones sexuales ya que sus
parejas no tienen ni idea y ni considerar las necesidades de estas.
Para que empiece o
inicie la fase de excitación es necesario que haya un interés un deseo sexual,
es decir, que se sienta motivación por alguna situación, lugar en el cuál se
pueda conocer o estar con una persona que emocionalmente nos atrae y genera
interés y deseo sexual.
En la mujer la fase
de excitación con el primer efecto fisiológico que aparece es el aumento de
secreción o lubricación vaginal, expansión de la parte interior de la vagina,
unida a un cambio de coloración, un aumento del tamaño y elevación del útero,
aumento de los labios mayores y menores y agrandamiento del clítoris, así mismo
se produce una erección de los pezones.
En la fase de
meseta, hay una reducción del diámetro del tercio exterior de la vagina, junto
con la congestión de los labios mayores, lo que permite una presión mayor sobre
el pene, haciendo que el tamaño de éste sea poco relevante para producir
estimulación vaginal en la mujer.
La fase del orgasmo
supone la liberación de golpe de toda la tensión sexual acumulada,
contracciones simultáneas y rítmicas del útero, la plataforma orgásmica y el
esfínter anal. Cuanto mayor sea el número de contracciones y la intensidad de
éstas, mayor suele ser la intensidad del orgasmo. El orgasmo es una respuesta
global de todo el organismo y no sólo de la zona pélvica. Lo más importante del
orgasmo es la intensa sensación de placer que se experimenta, hasta el punto de
anularse cualquier otra actividad mental dado que la mente se centra en esta
sensación tan placentera. Muchas se refieren al orgasmo como “electrizante”
“cosquillante”, señalando que aparece como una sensación que les recorre todo
el cuerpo.
Durante la fase de
resolución se invierten las modificaciones en los órganos y tejidos de la
mujer, volviendo a las condiciones previas a la fase de excitación.
Algo importante que
no se debe olvidar es que si no ha habido orgasmo, tras una intensa excitación
(la mujer ha llegado a la fase de meseta) esta fase de resolución lleva más
tiempo, con lo que al mantenerse la vasoconstricción puede generarse una
sensación de malestar o presión en la pelvis, tanto más cuanto más se hayan
mantenido los altos niveles de excitación. La consecución del orgasmo permitirá
el alivio de esas sensaciones. Por eso es importante reconocer cuándo no se ha
tenido un orgasmo, porque eso de fingir orgasmos sólo porque tu pareja no se
sienta mal hace de las relaciones sexuales una mentira, que va minando el plano
afectivo y autoestimativo de la mujer. Es necesario hablarlo con la pareja y de
esta manera promover que ambos logren los máximos niveles de satisfacción y
placer, porque para eso se hace el amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario