ESTUDIANDO PARA ENSEÑAR.
¿QUÉ ESTRATEGIA APLICAR PARA IMPARTIR CONOCIMIENTO?
La educación es una actividad que seguirá con el ser humano mientras
viva
La educación es vida y no preparación para la vida
Estudiar para enseñar en el pre grado
y/o post grado, cualquiera sea el área de formación y expectativa de la
persona, pone en cuestión el ¿por qué? aprender para enseñar y además qué y cómo se enseñara. El futuro profesor (o
docente como lo llamamos en las aulas universitarias) ya viene con una
formación de pre grado, incluso post grado, a la que hay que darle un plus o
añadido en formación en docencia universitaria, y para esto debe desarrollar un
Diplomado de formación docente, aprender sobre diversas corrientes, teorías y
fundamentos que hacen a la docencia, en la cual surge una pregunta ¿qué teoría,
corriente podré aplicar o sería mejor aplicar en la labor de docencia?
-
¿Será
la que va con mis principios y formas de pensar?
-
¿Para
qué quiero enseñar?
-
¿Enseñaré
como me enseñaron?
-
¿Reconozco
la importancia de la formación en la vida profesional?
-
¿Cómo
me gustaría que mi alumnado opine de mi forma de enseñar?
Y es así que se va haciendo un
recorrido por las corrientes pedagógicas y de análisis de la educación en el
país, para plantearse el ¿Cómo enseñar? Y el ¿cómo aprender para enseñar? ¿Qué
hacer si tengo 25 alumnos/as? ¿Qué hacer si tengo 80 o 100 alumnos/as? Qué
corriente aplicar o ¿Qué hacer para optimizar el proceso de enseñanza
aprendizaje?
El realizar un análisis de las
diversas corrientes y teorías que han ido acompañando a la Humanidad en su
proceso de impartir conocimiento, de formar a sus siguientes generaciones desde
los romanos, griegos hasta nuestros días. Permite identificar diversas formas y
concepciones sobre la educación.
Queda claro que la educación definitivamente responde a un momento histórico
- social de la sociedad, y en los últimos años en nuestro país, se va amoldando al Gobierno de turno, dejando de lado los intereses del
alumnado el profesorado y padres/madres[1] de familia, y el de futuros profesionales que
apoyaran al desarrollo del país y la sociedad.
Bajo un
discurso - que no va de la mano de las
acciones, de manera insistente se dice que - “con la educación se llega lejos…” (Tan lejos que nadie sabe a
dónde). Ya que la realidad del país, muestra que mucha gente, en muchos casos no ha tenido la
oportunidad de terminar el bachillerato, (debido a diversos factores sociales,
económicos, culturales) ocupan espacios de decisión, de especialidad, a los
cuales pudieron acceder por pertenecer a un
sindicato, una
organización social indígena, originaria y campesina o partido político se ve beneficiada, obviamente que esto
no es reciente, pero es ahora que se hace más evidente esta situación. Lo que
hace que se vaya minimizando la importancia de la profesionalización.
Podríamos catalogar este doble discurso como un discurso
“esquizofrenizante”, se dice una cosa, pero se hace y actúa de otra manera,
generando confusión e inestabilidad en las personas. No se sabe si realmente es
importante la educación o si mejor es meterse a la vida sindical, político
partidaria o de organizaciones sociales, porque es este el momento histórico
que se vive, en el que se menosprecia el trabajo intelectual, y valorando más
el trabajo físico, bajo la lógica de romanos y griegos, que lo único que vale e
importa es el sacrifico, lo duro, lo que cuesta, y el trabajo con las manos. Es
así que el rol del educador, se cuestiona, porque no se lo considera relevante.
PRÁCTICAS DE LA EDUCACIÓN TRADICIONAL VIGENTES
Desde la “educación tradicional”[2]
se han ido arraigado prácticas tan fuertes que a la fecha se la sigue viendo y
viviendo en diversos espacios de la formación – desde primaria a pre grado,
post grado y la forma de ver y entender al alumnado – La
educación no ha cambiado mucho desde los griegos y romanos, solo que ahora no
se mata a las personas ni exige físicamente, sino el castigo y la tortura es
emocional que afecta en el desarrollo de la personalidad de las personas.
Con la reforma educativa (1994), las modalidades de enseñanza y de entender
al alumno tampoco han cambiado las cosas y con la nueva Ley
de Educación (2011)
tampoco se ha percibido cambios esenciales, sino formales en la educación.
Se recuerda – por ejemplo –que el instructor de los atenienses se llamaba “paidotriba”
(golpeador de niños) lo que expresa la rudeza que acompañaba al
aprendizaje en Atenas (Ponce 1970) Es una de las prácticas que a la fecha
lamentablemente se siguen viendo en las unidades educativas, y que en muchos ha
pasado a violencia psicológica, puesto que la violencia es fácilmente
denunciable y sancionable por autoridades competentes. (Prácticas que ninguna
de las dos últimas reformas educativas del país dio o da respuesta).
Otro tema
importante que se da en “la educación tradicional” es que “el principal deseo
del niño o la niña es el dejar de serlo” (Alain 1983). Ya que se visibiliza como algo
inferior a la niñez y se sobrevalora la etapa adulta.
Esto es por demás evidente, ya que mientras está en esa etapa no se valora, ni reconoce sus
derechos, conocimientos, habilidades, pensando siempre que es inconcluso o no
tiene conocimientos previos, además de una desvalorización de su momento de
desarrollo normal de ser humano. “el niño mismo desea que lo saquen del mundo
del juego, porque quiere sentirse adulto; de allí que él, se los agradecerá
haberlo obligado, y los despreciará por haberlo alagado o mimado”[3] porque ha reconocido que
ser niño, adolescente no es lo mejor, y se comportará como adulto, para que
según su percepción y concepción sea visto de mejor manera.
La pedagogía tradicional considera al estudiante como
receptor pasivo del conocimiento, que acepta acríticamente la información
transmitida por el profesor y asume una actitud de sumisión ante su autoridad
ya que su función esencial es la reproducción del conocimiento.
Centra su atención en el conocimiento como contenido de la
enseñanza y las posibilidades intelectuales del estudiante para su reproducción
al margen de sus necesidades e intereses, ello implica desconocer al estudiante
como persona que aprende.
Es Vigotski quien visibiliza el hecho de que en la
construcción del conocimiento “los niños constituyen paso a paso su
conocimiento del mundo y que al hacerlo no son seres pasivos sino que analizan
y revisan las ideas que provienen del exterior. El conocimiento es co
construido entre el niño y el medio sociocultural que lo rodea, por lo que todo
aprendizaje siempre involucra a más de un ser humano”
Frente a este panorama de la “educación tradicional”
aparecen en el país (Warisata, Escuela COMIBOL) en Latinoamérica (La Pedagogía
de la Liberación) y el mundo (Constructivismo con Piaget, Vigotski y otros) que
van ofreciendo diversas estrategias y herramientas que permitan optimizar y
transformar la educación, revalorizar el rol del estudiante y que los/as
docentes son corresponsables de esa formación y que no solo imparten
conocimiento sino también forman en valores y principios de equidad, igualdad y
convivencia social armoniosa.
PROPUESTAS PARA MEJORAR LA
EDUCACIÓN
“La presencia de experiencias educativas autogestionarias en
el seno de las sociedades capitalistas resulta contradictoria, pues es
incuestionable que los sistemas educativos responden a los fines e intereses de
las estructuras sociales en que existen” [4] pero no olvidemos que la
educación, no es solo la escuela, sino que se parte desde el hogar, desde lo
que enseñan en la casa y se puede aplicar en el colegio, ya que si en la casa
no nos enseñan a ser creativos y en la escuela si, al llegar a casa esa
creatividad no valdrá nada, porque en la casa se pide que se repita tal y como
se ha hecho de generación en generación. Y por esto han ido generando
propuestas alternativas a la “educación tradicional”
Por ejemplo en la propuesta de
Freire, se propone una educación dialógica, como la
forma de desarrollar una pedagogía de comunicación que facilite dialogar con
“alguien” sobre “algo”, que son situaciones concretas de la vida, para
introducirse en el mundo de la comunicación, actuar como sujeto y no como
objeto pasivo que acepta lo que impone el educador, y dar paso así a la
transformación.
Con esta propuesta se reconoce la
relevancia de que la educación debe estar ligada al contexto y la realidad de
las personas, ya no podemos seguir focalizando y priorizando nuestra educación
en colegio sobre las pirámides egipcias, el desierto del Sahara, las guerras
mundiales, cuando mucha gente ya con título profesional, no conoce ni Tiwanacu,
menos el salar de Uyuni, las pampas benianas, el Madidi o el Lago Titicaca,
sabe la historia de la guerra del pacífico, del chaco.
Siguiendo la propuesta de Freire se
encuentra planteamientos como que no se busca que las personas piensen ideas,
sino piensen su existencia, que tenga las condiciones para descubrirse y
conquistarse, reflexivamente, como sujeto de su propio destino histórico,
aprender a escribir su vida como autor y como testigo de su historia, no copia
palabras sino expresa juicios.
Elementos fundamentales en una
formación profesional de especialidad, contar con profesionales que escriba
desde su ser sujeto histórico transformador y no como un ente pasajero del
mundo, y de su sociedad.
Como dice Freire, no se debería
buscar en la educación –primaria, secundaria, universitaria– que el estudiante
repita palabras, ni se restrinja a desarrollar la capacidad de pensarlas según
las exigencias, coloca al alfabetizando en condiciones de poder replantearse
críticamente las palabras de su mundo, para, en la oportunidad debida, sepa y
pueda decir su palabra.
LOS DESAFÍOS DE LA FORMACIÓN UNIVERSITARIA
El desafío que se presentan a las
Universidades en nuestro país no queda al margen, de la necesidad de actualizar
la educación en genera.
El cambio exige de las universidades una predisposición a la
reforma permanente de sus estructuras programas y métodos de trabajo, lo cual
implica asumir la flexibilidad y la innovación como normas de trabajo.
La crisis obliga al cambio. Las crisis se
producen, se ha dicho cuando lo que está por nacer no nace y lo que está por
morir no muere.
“Las rutinas ya establecidas, la tradición acuñada por
tantos años en los estilos docentes, la poderosa raigambre positivista que
muchas veces consolida una postura rígida del profesor, son algunos de los
obstáculos que dificultan la innovación en la educación universitaria”[5].
El desafío
es ahora de cada persona que tiene la posibilidad de cambiar su manera de
enseñar, que muchas veces será y es refutada por sus estudiantes, ya que
muchos/as no han reflexionado sobre la educación y sus nuevas y mejores maneras
de aplicarla, sino están acostumbrados al sistema tradicional, bancario,
memorístico, repetitivo o como quiera llamarse.
Requiere además de cambios de actitudes y preparación
psicopedagógica en docentes y autoridades así como la modificación de los
hábitos desarrollados por los estudiantes a lo largo de su formación. Sumado a
esto debe existir una nueva forma de vivir y considerar la educación.
Si bien ahora se reconocen diversas estrategias para
impartir el conocimiento, está en la creatividad, el desafío y la visión que
tenga el docente frente a su alumnado, de cuál es su rol, de solo impartir
conocimiento y que incrementen conocimiento o que este conocimiento vaya ligado
a una construcción, reflexión de una educación más social, más acorde a las
necesidades del país.
Todos los habitantes del planeta no llegarán al siglo XXI al
mismo tiempo y es incluso posible que, en tanto algunos países se desenvolverán
fácilmente en una nueva era, otros apenas estén iniciando su marcha hacia ese
nuevo horizonte”[6]
Es así que el docente debe ser capaz de entender las
diversas formas de llegar a las aulas de los/as estudiantes, y que no todos
están en las mismas condiciones, sino que tienen su particularidad, y a partir
de su formación debe ser capaz de formar y enseñar a todos y la producción de
conocimientos está muy ligada a la cultura y a los grupos de base, de ahí la
importancia que adquieren las metodologías de investigación y acción
participativa, así como los profundos cambios en el orden prevaleciente del
conocimiento.
“La educación superior del futuro, al asumir el reto del
vertiginoso desarrollo de las ciencias y las tecnologías, deberá enfatizar
sobre la formación básica y general y priorizar los proceso de aprendizaje, de
suerte que el futuro graduado o egresado esté dotado de los recursos
intelectuales como para seguir educándose por sí mismo. El problema de una
educación especializada seguirá en pie y no se solucionará con cursos generales
de diversas asignaturas, sino gracias al
estilo de aprendizaje que se adopte en cada campo de especialización. Se
trata de que el aprendizaje vaya más allá de los conocimientos enciclopédicos
en un campo determinado y se centre en las capacidades intelectuales y los
valores universales”[7]
“Fomentar que la educación superior proceda con mayor
flexibilidad en cuanto al reconocimiento académico del saber y de las destrezas
adquiridas fuera de las aulas. Dichas experiencias suelen ser tan valiosas que
incluso convendría traer a las aulas universitarias a quienes han triunfado en
su propio campo de actividad, aun sin poseer título profesional, desde luego
que tales experiencias vitales contribuyen a enriquecer la enseñanza académica“[8]
Bolivia tiene mucha gente así especializada en la práctica
sin haber entrado a un aula universitaria o concluido el sistema de educación
regular primaria y secundaria. Y obviamente no son aprovechados para potenciar
nuevos conocimientos y aprendizajes, no se los invita ni a charlas, porque no
se valora su conocimiento. Si tiene título se valida el conocimiento, si no lo
tiene no se lo valida. A pesar de la experiencia práctica que tienen,
impidiéndoles compartir la misma en Universidades, la falta del título
académico que avale su conocimiento.
CONCLUSIONES
Las preguntas que inician este ensayo, serán respondidas en
tanto él o la docente evidencia la existencia de diversas estrategias,
herramientas para aportar a la formación y mejora de la educación, que va
ligado a que asuma el rol protagónico en este proceso; que reconozca que más
que un profesor es un guía en la formación de su alumnado, y que más que formar
para sacar un título, se forma para la vida, ya que la educación es durante
toda la vida y no unos años de la vida. Que el estudiante viene con mucha
información la cual se debe aprovechar.
Con las diversas corrientes y teorías que existen, se debe
ser capaz de aplicar la que más favorezca al alumnado y beneficie a la
sociedad, en que más que repetir palabras, se construya historia, se haga
ciencia y se produzca tecnología, aprovechándola al máximo. Ya no se puede
pensar en repetir libros, textos de hace 15, 10 o 5 años, se debe producir
conocimiento en cada paso que da el estudiante en su formación universitaria.
Es vital que el docente incluso pueda tener herramientas
para afrontar los primeros años de formación de estudiantes así como los
últimos años de formación universitaria.
BIBLIOGRAFÍA
Dossier Modulo Teorías Contemporáneas
y Fundamentos de la Docencia Universitaria 2012 CEPIES
Pedagogía del oprimido Paulo Freire
(http://www.servicioskoinonia.org/biblioteca/general/FreirePedagogiadelOprimido.pDf
última visita 20 de abril de 2012)
[1] Utilizo
padres/madres para de manera indistinta hacerlos referencia en la relación con
los hijos, que puede ser el padre o la madre o ambos o las personas que han
cumplido con ese rol, papel o función
[2] Coloco
entre comillas, porque la verdad no sé si es tradicional solo por el tiempo o
por como se la implementada, si es por tiempo podría sacarle las comillas, pero
si es por cómo se implementa, la educación el años 2012 sigue siendo
tradicional
[3] II. LA
PEDAGOGÍA TRADICIONAL Y LOS MODELOS INSTRUCCIONALES PÁG. 51
[4] TENDENCIAS
PEDAGÓGICAS EN LA REALIDAD EDUCATIVA ACTUAL Capítulo IV Pedagogía
Autogestionaria Victoria Ojalvo; Ana Victoria Castellanos pág. 44
[5] La
educación superior de cara al Siglo XXI pág. 114
[6] Idem pág. 117
[7] Idem pág. 134
[8] Idem Pág. 135
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