LA TAN TEMIDA INFIDELIDAD
Hablar sobre la infidelidad en general o de la
persona infiel, ha sido y es motivo de programas de televisión, de radio,
telenovelas, programas especializados y obviamente que los no tan
especializados también. Y es así que algunas personas se crean absolutamente
ajenas a la infidelidad o piensen que nunca las va a afectar, lo cierto que es
una situación que todas las personas, podemos vivirla o la hemos vivido en
algún momento de nuestras vidas, es más quizás en este mismo momento alguna
persona está viviéndola, ya sea de amante, de la persona infiel o persona
engañada.
Algunos de los comentarios que escuche al
respecto son: “…Nunca he sido infiel, porque en mi época el compromiso era estar
juntos en las buenas y en las malas… El que dice que nunca ha sido infiel
miente… En algunas veces fui infiel y en otras no… Alguna vez fui infiel peo no
porque buscaba serlo, sino porque se me dio la oportunidad de serlo… nunca fui
infiel con mi pareja actual… nunca perdonaría una infidelidad… imposible
perdonar nunca…si me engaña una vez si, dos o tres nunca…”
Una definición que nos ayuda a comprender la
infidelidad podría ser la de ruptura de un contrato, acuerdo o pacto implícito
o explícito, en el cual uno de los integrantes de la pareja, tiene alguna
relación que puede incluir afecto y/o erotismo con otra persona, de la cual se
suponía exclusividad, es algo que sucede en la pareja que no se hay convenido,
acordado o esperado que sucediera mientras estamos en una relación con otra
persona. Por eso que la infidelidad la podemos enmarcar en el tipo de
compromiso que se estableció al momento de entablar una relación de pareja,
siendo en la mayoría de los casos la exclusividad afectiva/sexual para siempre,
monogamia serial.
En una relación formal es común que existan
ciertos momentos en donde los miembros de la pareja sientan ganas de estar con
otras personas, fantaseen o se sientan atraídos/as por alguien. Estos deseos
forman parte de la vida de relación en algunos momentos, el problema no es que
ellos no aparezcan, sino lo que uno hacer con ellos. Por eso la fidelidad no es
ausencia de deseo sino autocontrol, esto quiere decir que si valoro a mi
pareja, me valoró a mí, estoy feliz con la relación que tengo, por lo tanto la
cuido.
La infidelidad lastima y deteriora en la
relación de pareja de manera definitiva LA CONFIANZA, siendo esta uno de los
pilares base de cualquier relación; ya que permite que las interacciones se
vuelvan seguras, previsibles, permite sentirse cómodo/a, tranquilo/a para
crecer y desarrollarse tanto de manera individual como en pareja. La confianza
es la garantía de constancia, confiabilidad y seguridad en los vínculos,
permite saber que no se va a ser defraudado/a ni engañado/a y que no nos van a
lastimar. Cuando se descubre una infidelidad, habitualmente la confianza que
teníamos en esa persona desaparece o queda lesionada y comenzamos a dudar de
todo. Y la relación se deteriora tanto que llega al rompimiento de la misma. O
a mantenerla por el qué dirán del entorno social, haciendo de la convivencia
algo insoportable.
Hay personas que sostienen que una aventura
extramatrimonial o alguna que otra infidelidad ocasional mejoran la pareja.
Entienden que la infidelidad es como un mal necesario que garantiza, la
continuidad de un vínculo más estable y duradero. Esto se explica porque muchas
personas después de engañar a su pareja sienten culpa y necesitan de alguna
manera reparar lo que hicieron, ya que lo que ven como algo malo por eso están
más atentos, hacen regalos o se muestran más tolerantes, cariñosos y
comprensivos con su pareja “oficial”. La forma que encuentran para compensar su
falta puede acercarlos a su pareja y así conseguir recuperar o reactivar algo de
la intimidad o pasión perdida.
Algo por demás evidente es que en la infidelidad
se pone en evidencia la poca fidelidad que tenemos las personas hacia sí
mismo/a más que hacía otra persona. Porque rompemos un compromiso, un contrato,
una decisión que hicimos de manera voluntaria con otra persona, por lo que la
manera de disfrazar esto auto traición es decir que fuimos o somos infieles
hacia otra persona, y dejamos de lado el acuerdo, pacto que tenemos con nosotros/as
mismos/as, al momento de escoger y seleccionar una pareja.
Desde el punto de vista social, se puede decir
que el varón tiene una facilidad social para las infidelidades y los engaños
que las mujeres no tienen. Existen prostíbulos desde los tiempos inmemorables
en donde los varones iban para obtener placeres sexuales. Actualmente los
varones tienen saunas, cabarets, prostíbulos, cines, etc. En donde pueden
encontrar relaciones sexuales coitales a través de un pago. A nivel social
existe está facilitación de lugares y servicios, pero también la imagen del
varón infiel suele ser mejor aceptada, validada, a diferencia de la mujer
infiel, que con frecuencia suele ser condenada y mal vista.
En el tema de la infidelidad hombres y mujeres
asumen roles y acciones que una sociedad machista como la que vivimos propone
para ambos. Por ejemplo los hombres utilizan su ser “biológico” para justificar
su infidelidad y que es por su “naturaleza”; convirtiéndose en una cómoda
invención, tratando de justificar acciones inadecuadas y poco aceptables en
relaciones de pareja. La respuesta de la sociedad machista, a esta infidelidad
hacia las mujeres es que deben perdonarlo, porque es algo que “él no puede
controlar” porque es hombre, ya que al final eso fue solo una aventura,
asumiéndola como algo exclusivamente sexual, por lo que se la perdona. Y así se
van considerando “normales” y “perdonables” las infidelidades.
Para que las mujeres sean infieles requieren un
grado de insatisfacción al interior de su relación actual para vincularse con
otra persona sexualmente, en la cual de una u otra manera deba estar vinculado
el afecto. Ya que debido a la construcción social – cultural en el cual fueron
educadas y formadas las mujeres, en muchos casos sexo sin afecto no es
compatible, lo cual dificulta la infidelidad, sin embargo, cuando hay afecto,
la posibilidad de relaciones sexuales coitales es mayor.
Para muchas personas ser fiel a uno/a mismo/a
implica entre otras cosas mantenerse fiel en las relaciones de pareja, en esos
casos las cosas suelen resultar más fáciles. Lo esperable y deseable es que
exista una plena coincidencia entre ser fieles a nosotros/as mismos/as y ser
fieles a nuestra pareja. Si se ha sido infiel, no se lo puede justificar a las
circunstancias o al momento, se debe revisar nuestra elección de pareja, los
compromisos y afectos que tenemos con nuestra pareja y a partir de eso
identificar los verdaderos motivos y poder identificar si la relación continua
o se rompe. En la cual lo más recomendable es el apoyo de un terapeuta de
pareja que apoye en el proceso.
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