La vida sexual en pareja es un aspecto muy importante para las parejas y
cuando sienten, viven o reconocen un cambio de frecuencia, intensidad comienzan
a generar dudas sobre la fidelidad de su pareja, o quizás que las fuerzas o
ganas han disminuido, o que la pareja ya no le atrae. Generando de esta manera
conflictos en la pareja por un aspecto de la relación que no se la habla, sino
se la práctica sin mucha reflexión. Es así que la búsqueda del placer, no basta
con partir de unas relaciones sexuales satisfactorias, sino que debe añadirse
un interés por ir descubriendo y desarrollando nuevas y viejas formas de
gratificación sexual.
Algunos de los factores que disminuyen o influyen en la reducción de la
frecuencia sexual en una pareja pueden ser:
La rutina o hacer lo mismo con la pareja, formas, modos, días, inicio y
final, llegando a convertirse en un tema musical que ya se conoce de principio
a fin, por lo que la pareja, la persona amada, ya no se la ve como un objeto de
deseo sexual, sino meramente afectivo y si se tienen relaciones sexuales es
como lo dirían “por deberes conyugales maritales” pero donde el placer, el
disfrute no aparece. Si se suma a esta rutina el que el hombre tenga
eyaculación precoz y que su pareja ha tenido años de fingir orgasmos en el
nombre del “amor” y nunca buscaron ayuda, al considerarla normal en su relación
de pareja, entonces se va evitando las relaciones sexuales por temor al fracaso
que esta genera en la pareja