martes, 3 de abril de 2018

DEFENSAS EN LOS TEST GRÁFICOS



DEFENSAS EN LOS TEST GRÁFICOS

Elsa Grassano
Extracto Las técnicas proyectivas y el proceso psicodiagnóstico
(Maria L. Siquier de Ocampo; Maria E. Garcia Arzeno; Elsa Grassano y colab)
Buenos Aires: Nueva Visión 2007



Las defensas cobran sentido y significado dentro de una configuración específica de relación objetal; son parte de procesos dinámicos en los que siempre están implicados vínculos con los objetos.

Es necesario diferenciar una defensa tal como es vivida internamente por el sujeto, de la idea de una defensa producto de un proceso de abstracción del observador acerca de los modos más habituales con que la persona maneja su ansiedad, sus temores o sus deseos en los vínculos con los objetos.






El uso de una defensa responde a un espectro de fantasías referidas al vínculo objetal:

fantasías acerca del estado del yo (fuerte, roto, constructivo), de su grado de bondad o maldad

fantasías complementarias acerca del estado del objeto (dañado, roto, entero, frágil), de su bondad o maldad

fantasías referidas al vínculo posible (actitud bondadosa o persecutoria del objeto hacia el yo), fantasías referidas al tipo de respuesta temida, y referidas a cómo controlar, neutralizar, arreglar, perseverar al yo y al objeto para evitar la reiteración del vínculo temido.



LAS DEFENSAS CONSTITUYEN LA “MEJOR SOLUCIÓN” lograda por el sujeto en las relaciones con sus objetos, están enraizadas en la personalidad y presentes en toda forma de percibir y conectarse (tanto en la realidad interna como con la externa)

La constelación de conductas defensivas utilizadas por un sujeto, se asientan en su serie complementaria personal. Durante la evolución, determinadas fantasías se privilegian y estabilizan como modos comunes de manejar el vínculo con los objetos. A estos modos estables de preservar el equilibrio de los vínculos con los objetos, apoyados en fantasías y expresados en la conducta manifiesta por modos de percibir y valorizar algunos aspectos de la realidad y del yo y neutralizar otros para evitar el sufrimiento psíquico los denominamos mecanismos de defensa.



Diagnosticas las defensas no es sólo rotularlas; es también comprender el proceso dinámico vincular del que forma parte. Lograr una comprensión dinámica de los procesos defensivos supone comprender las fantasías subyacentes, el por qué, el para qué de las defensas, su monto, su calidad, su grado de rigidez o variabilidad y su efectividad:
1.
  •    Cuál es la modalidad defensiva, manifiesta y latente. Toda persona desarrolla un espectro de procesos defensivos, algunos de los cuales son usados con mayor frecuencia, tiñen en forma más intensa su modo de vincularse con la realidad interna y externa, y son los más adaptados para lograr el equilibrio. Éstos son los que se privilegian en el contacto manifiesto con la persona examinada.}

  •    Por qué el yo ha optado por ella. Una defensa es la apuesta en marcha de una serie de fantasías inconscientes con respecto a la forma de conservar la relación armónica con el objeto y evitar el sufrimiento por fantasías acerca del estado del yo y del objeto. En el por qué necesitamos detectar cuáles son esas fantasías y qué factores vinculares de la historia individual y de la situación actual influyeron en la estabilización de esos modos específicos de defensa frente a la ansiedad.

  •    Para qué ha optado por ella. Nos interesa aquí conocer cuáles son los peligros fantaseados que el yo intenta evitar, y qué cree que le sucedería si abandona su modalidad defensiva. En términos generales sabemos que evita el sufrimiento psíquico pero necesitamos conocer cómo fantasea este sufrimiento; como locura, muerte del yo y/o del objeto, daño del objeto, abandono, dependencia total del objeto, etc.


  •   A qué nivel evolutivo corresponde la modalidad defensiva. Los procesos defensivos tienen un desarrollo evolutivo. Existen, por lo tanto, defensas primitivas frente a ansiedades también primitivas o psicóticas, y defensas adaptativas o más evolucionadas. En términos generales existe la siguiente secuencia evolutiva: aparición de mecanismos esquizoides (disociación, idealización, negación y control omnipotente del objeto), seguidos en la evolución normal por mecanismos maníacos y obsesivos correspondientes a la entrada en la etapa depresiva (evolutivamente hablando).

La resolución adecuada de esta etapa dará lugar a la emergencia de mecanismos neuróticos tales como la inhibición, el desplazamiento y la represión y a la aparición de mecanismos más avanzados como la sublimación





  •   Qué características tiene esa configuración defensiva (plasticidad, rigidez, etc.). Se refiere al nivel evolutivo, monto y calidad de las defensas prevalentes, es decir, a su grado de patología o adaptación. De ello dependerá el grado de limitación que pueda sufrir el yo. Todas las defensas contienen aspectos adaptativos y son indispensables para un ajuste adecuado a la realidad. Son patológicas si están basadas en fantasías intensamente hostiles y envidiosas pues traban la posibilidad de evolucionar hacia una adecuada colaboración de la situación depresiva.


Para medir el grado de patología o adaptación de la defensa tendremos en cuenta:

a)     GRADO DE ELASTICIDAD O ESTEREOTIPIA. Cuanto más rígida y estereotipada es una defensa, mayor es su patología; si un sujeto apela a mecanismos de negación frente a toda situación que implica pena, hablaremos de estereotipia y limitación del yo, en tanto no es capaz de percibir las situaciones reales y dolorosas, ni la depresión y persecución interna.

b)      GRADO DE COMPROMISO DE LA PERSONALIDAD. Si la modalidad defensiva, tiñe todos los vínculos del sujeto con la realidad es más limitante para el yo que si se circunscribe a determinadas áreas o tipos de vínculos.

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