Definitivamente en ninguna manera el alcohol puede
hacer que tus relaciones sexuales sean más placenteras, sino al contrario al
genera inhibición en algún momento, ya que el alcohol provoca el deseo sexual,
pero disminuye el rendimiento. El alcohol es considerado habitualmente como un
poderoso estimulante y/o excitante sexual; sin embargo, las investigaciones
realizadas señalan todo lo contrario: produce
efectos negativos sobre las respuestas fisiológicas de excitación
sexual, tanto en hombres como en mujeres.
El alcohol, como depresor central, disminuye el
funcionamiento del cerebro, lo que permite una mayor autonomía de centros
nerviosos inferiores, entre ellos los implicados en las respuestas emocionales.
Al suprimirse este control cerebral que actúa como filtro o mecanismo
controlador, las emociones se amplifican e influyen de forma más decisiva en el
comportamiento de las personas.
Una de las consecuencias para las personas que
consumen alcohol puede ser el que se ve alterado sus comportamientos
convencionales, lo cual hace y permite que la persona se sienta y actúe de
manera más relajada y esto le permita perder el control sobre algunas de sus
emociones y desinhibir conductas que ha aprendido en la infancia. Bajo los
efectos del alcohol la persona puede perder el control sobre algunas emociones
y actuar de forma más primitiva, desinhibiendo conductas que ha aprendido a
controlar en situaciones sociales. De esta forma pude facilitar la aparición
del impulso sexual y la puesta en marcha de conductas de insinuación o
aproximación que en otros casos no se realizarían.
Pero ahí puede acabarse todo el proceso, pues dado
que también deprime partes del sistema nervioso autónomo implicadas en la
respuesta sexual (la erección, vasocongestión vaginal) dificulta la penetración
y el coito, e incluso puede afectar la capacidad de alcanzar el orgasmo. “El
alcohol provoca el deseo, pero frustra la ejecución” (Shakespeare) El consumo
de alcohol genera numerosos problemas en el ámbito de la sexualidad, entre los
que podemos identificar:
Ø
En el
hombre, y debido a su efecto como relajante muscular y lentizador de los
reflejos, puede provocar problemas de erección y de respuesta torpe
a la estimulación sexual.
Ø
El consumo
excesivo de alcohol a lo largo del tiempo, y por su efecto de deterioro sobre
el sistema nervioso, puede llegar a provocar impotencia permanente en el
hombre.
Ø
Los
alcohólicos, además de sus problemas fisiológicos, tienen otro tipo de
alteraciones que provocan que las relaciones sexuales sean malas o nulas. Entre
estas alteraciones, puede señalarse la irritabilidad, la agresividad, la pérdida
del deseo sexual, el deterioro del aspecto físico (obesidad, falta de aseo o
cuidado personal, etc.).
Ø
El efecto
tóxico del consumo excesivo de alcohol, puede llegar a alterar la cantidad y calidad
del esperma del hombre, causando esterilidad y problemas menstruales en
la mujer.
Lo que no se debe olvidar es que la pareja a medida
que se va consolidando, va desarrollando una mayor gama de diversión,
sensaciones, posiciones para disfrutar su vida sexual, lo cual de manera
paralela hace que se consolide su relación, no es algo que se la realice al
calor o mediado por el alcohol, sino que se van convirtiendo en relaciones
sexuales muy placenteras, con los cinco sentidos atentos a ser estimulados y
permitan un mayor placer sexual en la pareja y consolidación de la relación.
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