Las fantasías son imágenes, pensamientos generados en nuestra mente que
de alguna manera nos sirven para estimularnos en las relaciones sexuales o
cuando nos autoestimulamos, y es algo que se presenta tanto en hombres y mujeres. Las
fantasías permiten aislarnos de
las exigencias y el estrés de la vida cotidiana y generar imágenes agradables y
excitantes. Sin embargo en muchos casos si se las realiza en vez de animar a la
persona pueden generan frustración, o podrían generar un conflicto si esas imágenes
son constantes, y se vuelven la única forma de estimulación y tu pareja se va
perdiendo en sus relaciones sexuales y solo aparecen las fantasías. Generando
un sentimiento de insatisfacción o resignación hacia tu pareja resquebrajando y
deteriorando la relación de pareja. Por lo que será importante que se pregunten
si hay algo en sus relaciones sexuales que no se están satisfaciendo, conversen y/o puedan acudir a un especialista para que les
apoye.
Las fantasías sexuales ocupan un lugar importante en la vida sexual de
cualquier persona. La fantasía no sólo es un motor que estimula y suscita
comportamientos sexuales concretos, sino que en sí misma es una parte genuina de
la sexualidad que se mantiene desde la sexualidad más temprana hasta las
últimas de la vida. En los momentos de más actividad sexual, las fantasías
contribuyen a generar y mantener comportamientos sexuales satisfactorios y en
momentos de soledad o aislamiento, la fantasía suple eficazmente una parte de
vida íntima que produce satisfacción y bienestar.
Hombres y mujeres suelen fantasear durante el coito con posibilidades
imaginarias que la mayor parte de las veces no confiesan a sus parejas. En
casos estos vuelos de la imaginación, a veces involuntarios y otros fomentados
por la persona, suelen ser adornos o modos de embellecer o compensar la
realidad que no resulta del todo satisfactoria o que no se ha conseguido que se
adapte para producirle más placer.
A través de las fantasías sexuales, se puede ensayar mentalmente,
diversos comportamientos apetecibles, que no se atreve a expresar o no son
susceptibles de realización. en la fantasía, uno puede saltarse ciertas normas
del pudor y explorar y dar rienda suelta a sus deseos más ocultos, por lo que
es frecuente que las personas se imaginen practicando conductas poco habituales o aspectos de la sexualidad no del
todo social y culturalmente aceptable o el deseo de ser completamente
irresistible para alguien. Es importante reconocer que la función de todos
estos deseos se cumple por el mero hecho de imaginarlos, de forma que si una
persona tratase de ajustar su conducta sexual real al contenido de sus
fantasías puede que la mayoría de las veces se encontrase con frustraciones y
desajustes.
Es difícil mantener una
separación nítida entre imaginación aceptable e imaginación anómala, aunque es
previsible que las amistades y el profesional le llame la atención si escucha
una persona que relata que no consigue excitarse a no ser que se imagine
recibiendo o infringiendo un gran daño físico, o tener relaciones sexuales con
animales, extraterrestres o niños. Es por esto que conviene no olvidar que las
fantasías sexuales se aprenden y consolidan mediante la práctica la cual se ve
reforzada mediante la satisfacción que produce la descarga orgásmica. Por ello,
el valor erótico de todas estas imágenes, ensoñaciones y fetiches se va
consolidando poco a poco hasta el punto, como ocurre en algunas parafilias, de
que el individuo es incapaz de lograr satisfacción sino aparecen determinados
estímulos externos o internos que se han convertido en clave para la secuencia
erótica.
Fantasear puede ser muy sano para una relación. Es normal que la rutina
de las relaciones día tras día, tarde tras tarde y noche tras noche con la misma
persona y por años se haga presente y ahí la fantasía permite dar rienda suelta
a los deseos sin ser infiel ni lastimar a la otra persona. La única señal a la
que deberías prestar atención es que necesitas fantasear siempre para poder
excitarte. Si ese fuera el caso, sugeriría que intentaras reanimar tu vida
sexual con tu pareja o replantearas tu relación, y buscar un especialista para
que los ayude.
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